Los duendecillos de hollín (すすワタリ, Susuwatari, lit. «Hollín viajero» alias «Mak-kuro Kurosuke») son espíritus que aparecen en las películas Mi vecino Totoro y El viaje de Chihiro. Son pequeñas bolas redondas hechas de hollín que se encuentran en viejas casas abandonadas, dejando suciedad negra a su paso. Si la casa se habita, deciden si los habitantes son buenas personas. En caso afirmativo, se marchan.
Aspecto físico de los Susuwatari
Los duendecillos de hollín (del propio hollín) son criaturas pequeñas, negras y peludas, de cuerpo esférico y ojos blancos con pupilas negras. Su medio de transporte habitual es la levitación y el vuelo estacionario, pero la película revela que pueden extender miembros negros y nervudos (brazos y piernas) desde sus cuerpos para realizar ciertas tareas (en este caso, mover carbón en el horno) y levantar objetos que pesan varias veces su propio peso. También se disuelven en hollín si son aplastados, pero vuelven a formarse rápidamente poco después.
Apariciones en Mi vecino Totoro
Las bolas de hollín aparecen al principio de la película, cuando Satsuki, Mei y Tatsuo Kusakabe se mudan a su nueva casa. Las bolas de hollín se notan cuando dejan una suciedad negra, que es polvo de hollín, a su alrededor en el ático de la casa de los Kusakabe, que acaba en las manos de Mei y en las plantas de los pies de Satsuki y Mei. Están por todas partes y pasan rápidamente de la luz a la sombra, algo que les encanta. Mei intenta atrapar a unos cuantos, pero a pesar de ello, coinciden en que la familia Kusakabe es buena y se marchan a otra zona abandonada. Cuando atrapan a uno de ellos, todos se convierten en polvo.